Comer sano no tiene por qué ser complicado ni caro. Al contrario, los platos más saludables suelen prepararse con 5-7 ingredientes asequibles en 20-30 minutos. La clave está en las combinaciones adecuadas: proteína + fibra + grasas saludables = saciedad y energía.
La avena con agua o leche, frutos rojos y frutos secos es el desayuno perfecto. Deja la avena en remojo durante la noche en kéfir o yogur para preparar una avena fría. Por la mañana, añade un plátano, semillas de lino y una cucharada de miel. Una comida rápida, deliciosa y sin cocción.
Los Buddha Bowls son un almuerzo versátil. Toma una base (trigo sarraceno, quinoa, arroz integral), añade verduras (calabaza asada, pepino fresco, rúcula), proteínas (garbanzos, tofu, pollo), grasas saludables (aguacate, aceite de oliva) y una salsa (yogur o tahini). Se prepara en 10 minutos con ingredientes ya preparados. La sopa de brócoli y guisantes es una cena ligera y reconfortante. Saltee la cebolla y el ajo, añada las verduras, vierta el caldo, cocine a fuego lento durante 15 minutos y mezcle. Sírvala con una cucharada de yogur y una pizca de cúrcuma. Rica en fibra y vitamina C.
Pescado al horno con verduras: cena en 25 minutos. Coloque el filete de salmón en una bandeja para hornear, rodéelo con rodajas de calabacín, pimiento y tomate. Rocíe con aceite de oliva, espolvoree con hierbas y hornee a 200 °C (400 °F). Mínimo esfuerzo, máximos beneficios.
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