La IA moderna está experimentando un salto cualitativo: de modelos altamente especializados que realizan una sola tarea a sistemas de inteligencia general capaces de razonar, aprender y adaptarse en tiempo real. Las denominadas IA agentivas ya pueden planificar proyectos complejos, negociar, escribir código e incluso participar en descubrimientos científicos, todo ello sin supervisión humana directa.
El avance clave es la transición del análisis pasivo de datos a la interacción activa con el mundo. Los nuevos agentes de IA no se limitan a responder a solicitudes; también establecen objetivos, desarrollan estrategias, prueban hipótesis y ajustan sus acciones en función de la retroalimentación. Por ejemplo, la IA de Google DeepMind propuso recientemente una nueva estructura para el almacenamiento de hidrógeno, que posteriormente se validó en el laboratorio.
Estos sistemas se basan en redes neuronales multimodales que integran texto, imágenes, sonido e incluso datos sensoriales. Comprenden el contexto con mucha más profundidad que las generaciones anteriores. Estas IA pueden analizar imágenes médicas, interpretar leyes, componer música al estilo de Bach o diseñar ciudades resilientes al clima, todo ello dentro de un único marco arquitectónico. En ciencia, la IA se está convirtiendo en un colaborador indispensable. En biología, predice la estructura de las proteínas (como en el proyecto AlphaFold), en física, modela el plasma en reactores de fusión, y en química, sintetiza nuevos materiales. Los científicos hablan cada vez más no de «reemplazar», sino de «aumentar» la inteligencia humana: la IA asume tareas rutinarias, liberando tiempo para la creatividad y el pensamiento estratégico.
Sin embargo, la preocupación también crece. ¿Podrían estos sistemas descontrolarse? ¿Son capaces de desarrollar sus propios objetivos? Los expertos debaten la necesidad de una «ética integrada»: algoritmos que se basen en valores humanos. La transparencia también es importante: los usuarios deben comprender cómo la IA tomó una decisión concreta.
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